Brasil, la crisis, y la cúpula de los BRICS

Publicado na Revista Eletrônica “La Onda Digital”, edição 443 – Uruguai, em julho de 2009.

Se realizó el pasado 16 de junio, en Ekaterimburgo, en Rusia, la primera reunión de cúpula del grupo denominado por el acrónimo Brics, compuesto por las iniciales de Brasil, Rusia, India y China, países que en conjunto, hoy, detentan nada menos que el 15% del Producto Bruto Interno (PBI) mundial, situado en el entorno de los U$S 60 trillones, y que impulsan el crecimiento mundial. Asistieron los presidentes Dimitri Medvedev, de Rusia, Luiz Inácio Lula da Silva, de Brasil, Hu Jintao, de China, y el primer ministro Manmohan Singh, de India.

La agenda de la cumbre buscó unificar posiciones entre aquellos países, líderes mundiales entre las economías en desarrollo, hacia una cooperación más eficaz en los diferentes foros internacionales, teniendo en cuenta los efectos de la crisis económica y financiera que comprometió el modelo neoliberal de larga data patrocinado por las economías quebradas de los Estados Unidos y de un grupo de sus tradicionales estados-clientes.

Así, se destacó en los acuerdos el tema de la sustitución gradual del dólar como moneda de reserva mundial y como medio de pago de los intercambios comerciales. El día previo a la reunión, China registró una disminución más de sus reservas nominadas en moneda americana y en títulos del tesoro de los Estados Unidos. Rusia hizo un anuncio similar en dicha ocasión.

De la misma manera, fue objeto de tratativas la gobernabilidad de los organismos multilaterales, desde hace tiempo dominada por las potencias hegemónicas, de forma de promover la prosperidad selectiva propia, en detrimento de los demás países. En particular, se trató el tema del poder de voto y control del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial, dos organismos obsoletos que carecen de reformas profundas.

Otro punto importante de la agenda de los trabajos es la reestructuración de la reglamentación financiera mundial, como forma de prevenirse de la recurrencia hacia los factores que causaron la crisis actual y sus efectos nefastos para la población global. De hecho, con algunos primeros y tenues signos de recuperación, se nota ya la reincidencia específica en los errores cometidos por los voraces mercados financieros.

Diversificación:

La cooperación entre Brasil y otros países en desarrollo fue concebida por la doctrina formulada por el embajador Samuel Pinheiro Guimarães como forma de minimizar las vulnerabilidades externas del país y se encuentra expresada, más recientemente, en la importante obra, “Desafíos Brasileños”, por la cual el autor ganó el premio Juca Pato, de intelectual del año, en 2007.

Durante la administración del Presidente Lula, Brasil ha perseguido con éxito esta agenda, con iniciativas importantes no sólo en el ámbito regional, sino también en otros continentes como aquellas con India y África del Sur, en el bloque denominado por el acrónimo Ibas, compuesto por las iniciales de los tres países, que han procurado promover un ideario común no sólo en temas particulares, sino también hacia acciones multilaterales.

Desde el punto de vista estrictamente comercial, la doctrina brasileña es aún bastante lógica debido al hecho de que, hoy, la mayor parte del comercio externo de Brasil se realiza con otros países en desarrollo, diversificada por varias regiones del planeta, como Asia, Europa, Américas del Norte y del Sur y África.

Una de las manifestaciones de esta cooperación, inexistente hasta hace pocos años atrás, fue observada durante la Ronda Doha de la Organización Mundial de Comercio (OMC), aunque en ocasión del reciente impasse en las negociaciones, Brasil se haya alienado a sus aliados, demostrando entonces una política externa incoherente.

Agrega que, con la llegada de China a la OMC, ocurrida el 11 de diciembre de 2001, y con la intensificación de los intercambios de mercaderías brasileñas con el país asiático, hoy el principal socio comercial de Brasil, aumentó expresivamente el ámbito de acciones de colaboración así como de oportunidades, en el ámbito bilateral.

Este espíritu de asistencia recíproca buscado en la cúpula realizada en Rusia, para tener un significado positivo estratégico para los cuatro países de los Brics, debe ir más allá de los temas comerciales, para abarcar temas políticos donde los intereses del grupo seguramente irán a entrar en conflicto con aquellos del grupo hegemónico.

Finalmente, la confrontación de los resultados concretos de la primera cumbre de los Brics, deberá provenir no sólo del simple análisis y juicio de la declaración conjunta de los jefes de Estado, sino de las acciones futuras, específicas y determinadas a ser tomadas en los diversos foros multilaterales donde están en juego los intereses de las naciones.

Traducido para LA ONDA DIGITAL por Cristina Iriarte