Publicado na Revista Eletrônica “La Onda Digital”, edição 435 – Uruguai, em abril de 2009.
El Congreso Nacional Africano (CNA) fue proclamado vencedor oficial de los comicios generales celebrados el pasado miércoles en Sudáfrica, con un 65,90 por ciento de votos y 264 legisladores de los 400 que componen la Asamblea Nacional, según anunció la Comisión Electoral Independiente (CEI)
El CNA fue proclamado vencedor oficial con un 65,90 por ciento de votos y 264 legisladores de los 400 que componen la Asamblea Nacional, según anunció la Comisión Electoral Independiente.
El líder del CNA, Jacob Zuma, será investido como nuevo presidente del país, en las que participó el 77,3 por ciento del electorado, y recordó que, por primera vez, se había extendido el derecho constitucional al voto.
La nota que sigue fue escrita antes de conocerse estos resultados, pero por su valor conceptual igualmente la publicamos
La República de África del Sur, que tiene actualmente 44 millones de habitantes, está en proceso de una vibrante campaña para las elecciones generales del 22 de abril, cuando se elegirá – inclusive – al nuevo presidente, tanto en medio de una grave crisis económica como de una gran tensión entre los principales líderes de sus tradicionales movimientos políticos.
Como la gran mayoría de los países en desarrollo, África del Sur padece la crisis económica mundial creada por los irresponsables países desarrollados, como los Estados Unidos y el Reino Unido que, no sólo encubrieron el fraude generalizado en los mercados financieros, sino que lo alentaron bajo la bandera del neoliberalismo.
Todavía, como los principales mercados de exportación de África del Sur son precisamente los Estados Unidos y la Unión Europea, las exportaciones del país cayeron cerca del 25%. Por otro lado, el mercado interno (muy dependiente del apalancamiento) fue afectado por la retracción del crédito verificada en todos los países en desarrollo, con la crisis financiera global, más allá que el sector bancario de África del Sur, como el brasileño, sea eminentemente saludable.
En un país que aún lucha arduamente para superar el legado devastador del infame régimen del apartheid, una crisis económica como la presente trae una gran reversión de expectativas de la población general, principalmente cuando entre sus efectos, está un aumento masivo de las tasas de desempleo. Se estima que el desempleo ya afecte el 18% de la fuerza de trabajo del país. De octubre de 2008 a febrero de 2009, hubo 226.620 solicitudes de seguro de desempleo, según datos del Departamento del Trabajo.
Las estimaciones para la producción de la industria automovilística de África del Sur en este año de 2009 proyectan una caída de cerca del 35% con relación al año anterior, que ya presentó una reducción con relación a la de 2007, considerándose que, aquí, la crisis se hizo sentir desde octubre de 2008. Las proyecciones macroeconómicas para este año indican una caída del Producto Bruto Interno de aproximadamente 1,5%, lo que implica serias consecuencias sociales.
El gobierno del país procura combatir dichos efectos con un amplio programa de construcciones civiles, incluyendo importantes obras de infraestructura, como carreteras y puertos. De ahí en más, las obras relacionadas con el alojamiento de la copa del mundo de fútbol en 2010, que están en un estado bastante avanzado, ayudan a atenuar los problemas derivados de la caída de la actividad económica.
Dentro de este marco, una campaña electoral iría a presentarse, en teoría, dificilísima en cualquier país. En África del Sur, sin embargo, los problemas son minimizados por el papel preponderante del partido ANC (Congreso Nacional Africano), que lideró la lucha por la democratización del país y tiene la mayoría absoluta de las bancas en el parlamento.
Con todo, el partido ANC, hoy liderado por Jacob Zuma, se dividió con el derrocamiento, cuestionable desde el punto de vista jurídico, del presidente Thabo Mbeki.
Las fuerzas descontentas con los nuevos rumbos tomados por la ANC formaron un nuevo partido, el COPE (Congreso del Pueblo). Las previsiones apuntan hacia una victoria importante de la ANC, pero no se sabe si con mayoría absoluta.
Por consiguiente, la probabilidad es que el controvertido líder, Jacob Zuma, sea electo como nuevo presidente de África del Sur. El Sr. Zuma estuvo involucrado en disputas judiciales que, no obstante inconclusas o absueltas, arrojaron máculas importantes sobre su persona pública y privada. Sin embargo, el Sr. Zuma tiene un alto grado de popularidad con las masas del país. Hasta el momento, los cuadros del partido ANC supieron, en el gobierno, realizar una transición hacia el orden democrático de una manera eficiente y que ha contribuido a la inclusión social de millones de miembros de la mayoría de la población de África del Sur, de una forma ejemplar para el continente africano y para el mundo. Se espera que, con el nuevo gobierno, dicha herencia no sea desperdiciada.
Brasil tiene a África del Sur como un importante aliado en los distintos foros internacionales y en la iniciativa IBAS (India, Brasil y África del Sur), considerado uno de los más relevantes bloques políticos del momento actual. Para nosotros brasileños, la consolidación de la democracia en África del Sur y la prosperidad creciente de su pueblo, son de gran relevancia para la alianza entre los dos países.
Traducido para LA ONDA digital por Cristina Iriarte